lunes, 26 de enero de 2009

4.48 psicosis en "La Tribuna de Talavera"

EXQUISITA LOCURA
La actriz argentina Leonor Manso llevó a las tablas del Victoria la polémica obra de Sarah Kane, ‘4.48 Psicosis’. Texto dirigido por Luciano Cáceres y traducido por Rafael Spregelburd.
J. Guayerbas

Emblemática, con fuerza y poder de atracción. Leonor Manso, actriz encargada de dar vida en el transcurso de una intensa hora al texto de la británica dramaturga Sarah Kane, quien con 28 años desconectó del mundo en uno de sus múltiples ataques de locura, hizo alarde bajo las candilejas del Victoria de sus más de tres décadas sobre los escenarios de su Argentina natal.

El público que en la noche del sábado decidió traspasar los muros del Victoria, se encontró de cara con la dureza de un texto que viaja al interior de la mente humana, de una mente corrompida por la locura que encuentra salida en el suicidio.Manso, sobre una silla, descalza, con pantalón y sudadera negra, interpretó los momentos finales de una depresiva maniaca que ve en la muerte la liberación a su tortura diaria. Depresión, oscuridad, ira y enfado, estados anímicos que la veterana argentina hizo suyos ante la atónita mirada de un escueto público cuya reacción tras los cincuenta minutos de exquisita locura interpretativa dejó un clima frío en la sala del coliseo conmocionada por los actos presenciados en escena.‘4.48 Psicosis’ es el título que Sarah Kane acuñó a su obra maestra. Un monólogo que repasa los factores que condicionan al ser humano y que lo empujan hacia un precipicio sin salida donde la única vía curativa es la terapia psiquiátrica que en ocasiones no logra la salvación y finaliza con el suicido, única fórmula donde la mente enferma encuentra la evasión de un cuerpo que no reconoce como propio.Mente y alma, ser humano y cuerpo, lo material junto a los sentimientos, conceptos abstractos que Kane dota de personalidad propia mediante el análisis psicológico de la paciente que muere ante la vista de un público pasivo que no puede impedir un final fatal protagonizado por la muerte desesperada y furiosa del personaje conductor del monólogo.Kane reflejó en el título de la obra la hora donde se producen mayor número de suicidios y llamadas desesperadas que reclaman ayuda ante las tentaciones de abandonar este mundo que les ahoga y oprime. 4.48 es el reflejo de la muerte, es la hora fatal donde no se puede luchar contra el universo negro que la autora describe en su último texto dramático finalizado semanas antes de su suicidio.La protagonista mantiene conversaciones con su doctor, diálogos de los que el espectador deduce la desesperación e historial médico de la enferma psíquica que tiene en escena. Un profesional de la medicina que medica y remedica a la paciente para tranquilizarla y aliviar la ira que la conmueve y lleva a realizar intentos fallidos y desesperados de suicidio. Intentos que se convierten en realidad inminente ante el estado de shock de un teatro Victoria que abandonó la sala perplejo y conmocionado ante la fuerza de la interpretación y la profundidad de las palabras hiladas por Kane en el año 1999 al borde de su privación voluntaria de la vida.La atmósfera sonora y la iluminación marcaron el ritmo decadente de ‘4.48 Psicosis’. Teatro selecto, íntimo y para públicos reducidos y consumidores de obras de autor con carácter propio. Quizá, una obra arriesgada para el habitual que ocupa cada fin de semana las butacas de las salas culturales de la ciudad.

(Texto extraído de www.latribunadetalavera.es/noticia.cfm/Vivir/20090126/exquisita/locura/0F2FC8A5-1A64-968D-5988DA2FB196BF32)