CULTURA
AMAR CON LOS OJOS CERRADOS
La compañía ‘UR Teatro’ volvió al Palenque para conmemorar sus dos décadas sobre las tablas con la obra de Shakespeare ‘Los dos caballeros de Verona’
J. GUAYERBAS
La compañía ‘Ur Teatro’ rescató del baúl de la dramaturgia clásica uno de los textos más frescos y jóvenes de William Sahkespeare. Con motivo de su trayectoria profesional, avalada por 20 años en escena, ‘Ur Teatro’ brindó al público presente en el teatro Palenque lo oportunidad de disfrutar con ‘Dos caballeros de Verona’, en una versión dirigida y adaptada por Helena Pimenta.
J. GUAYERBAS
La compañía ‘Ur Teatro’ rescató del baúl de la dramaturgia clásica uno de los textos más frescos y jóvenes de William Sahkespeare. Con motivo de su trayectoria profesional, avalada por 20 años en escena, ‘Ur Teatro’ brindó al público presente en el teatro Palenque lo oportunidad de disfrutar con ‘Dos caballeros de Verona’, en una versión dirigida y adaptada por Helena Pimenta.
Cuando a un director, o directora, como es el caso, se le propone llevar a cabo la adaptación de un texto de Shakespeare, puede pecar de dos cosas, o de trastocar el texto hasta convertirlo en una obra que poco tiene que ver con la original, o de impregnar de un aroma sutil las líneas del texto manteniendo la esencia misma del drama. Pimenta, conocedora de las fronteras que nunca se deben cruzar, ha escogido la segunda opción para poner sobre las tablas el clásico de Shakespeare.
Ambientada en los años 20, la acción de ‘Dos caballeros de Verona’ transcurre en un juego de ficción donde la magia se adueña del corazón del espectador que asiste, desde su butaca, al cuento de amor que Pimenta traza entre los personajes encarnados por Jorge Muñoz, Sergio Otegui, Miriam Montilla e Irene Bau.
El amor y el desamor entre Valentín y Silvia, Proteo y Julia, un amor invisible a la vista, tratado con un toque de comicidad centra la trama principal de esta obra que un joven Shakespeare esbozó entre 1591 y 1595, y que en la noche del sábado vio la luz entre las candilejas del Palenque ante un aforo que supo premiar el trabajo bien realizado con su ovación final.
Entre el elenco de actores, destacó la sublime interpretación de Irene Bau, encargada de dar vida al amor platónico de Valentín. Bau, con su desgarrada voz, hizo vivir en el patio de butacas momentos de intensidad, arropados por el también excepcional trabajo de su compañera de reparto, Miriam Montilla.
La entrada en escena del perro Crab, mascota cuyo verdadero nombre es Illún, causó el murmullo y expectación del público que comprobó como un can bien adiestrado puede desarrollar labores escénicas sin ningún problema, y con éxito, gracias a su compañero de escena, el actor José Tome.
creación escénica. José Tomé y Pedro Galván son los artífices del espacio escénico creado para esta versión de la comedia romántica ‘Dos caballeros de Verona’.
Con una simple escenografía sustentada sobre la delimitación de espacios y una serie de objetos de atrezzo, los escenógrafos lograron recrear una serie de espacios iluminados por Miguel Ángel Camacho con un resultado que cautivó los sentidos de los espectadores.
Junto a este trío de diseñadores, Ana Garay, encargada de la creación de vestuario, reflejó en las prendas que lucían los actores la época imaginada por Pimenta. Los años 20, con el esplendor de las clubes nocturnos de Milán, cobraron vida sobre el escenario gracias a la introducción de dos números musicales coreografiados por Nuria Castejón y que dotaron a la representación de grandes momentos, como la canción interpretada por Sergio Otegui y Carlos Jiménez-Alfaro demostrando su amor por la misma persona, Silvia. Conflicto que ante la amalgama de personajes Shakespeare soluciona con gran acierto.
(Texto extraído de http://www.diariolatribuna.com, de la sección "Vivir" del día 9 de noviembre del 2008 y foto extraída de http://www.clasicosenalcala.net).
